Entre cuatro paredes

¡Qué grima que da! Conozco a gente que los usa para preparar biberones cuando tienen que dejar al niño con alguien y no pueden ocuparse personalmente.

Qué quieres que te diga guapa... a mí me parece una vulgaridad hablar de temas exclusivamente fisiológicos. El glamour es algo que no puede perderse, y se pierde en efecto cuando se pasa una disertando horas durante el sacaleches de dos velocidades, lo que deja tu niño en los pañales o la de mocos que tiene cuando se resfría... de ahí a discutir sobre qué detergente lava más blanco sólo hay un paso.

Estoy segura que si a nosotras algún día nos da la locura de ser madres, seremos mucho más chic, guays y superchulis que todo eso, ¿verdad amorrrr?
 

Y tienes razón, el publicista es un lelo... y tiene trabajo el tío y todo, ¡qué fuerte!
 

Eso está claro, guarrerías las precisas.
 

Nenas, lo siento mucho pero voy a poner el contrapunto de alguien de ciencias que está rodeada de científicas cerebrales que han decidido ser madres a edades tardías y no han tenido instintos maternales demasiado desarrollados (lo de los instintos más o menos como nosotras, pequeñass): cuando las hormonas entran en acción, ni glamour ni leches (nunca mejor dicho). Se empieza a hablar de dar teta, sacaleches, pañales churretosos y mucho más.
Por más que nos empeñemos y seamos complejos e inteligentes, nuestros instintos están ahí para aparecer cuando son precisos o inoportunos, según el caso. No nos engañemos, por más divinos que intentemos aparentar ser, las hormonas y la fisiología están ahí para de vez en cuando recordarnos que no somos más que animales de pensamiento algo más retorcido, y lo mejor creo yo es que lo asumamos con naturalidad o nos acordemos de estos comentarios cuando nos encontremos en una situación así...
Besitos guapas, a ver si nos vemos pronto
 

No estoy de acuerdo. Una cosa es que se te caiga la baba delante de tu niño precioso, y otra recrearse en lo escatológico. Y la actitud que yo critico es ésa, la de las mamás que hablan de sacaleches, mocos y caquitas como si fuera la cosa más interesante del mundo, y de ésas conozco muchas. No creo que tenga que ver con las hormonas, sino más bien con ser una maruja.
 

Ay, pequeña Meeeer, no se trata de que estés de acuerdo o no, yo sólo vuelvo a repetir una palabra: HORMONAS, el marujeo aquí no creo que tenga tanto que ver. Cuando tengas un hijo, entonces me cuentas, que yo he visto con mis propios ojos a las madres primerizas hablando con las no tan primerizas de todos esos temas, y hasta ese momento no eran muy marujas precisamente. A los que no tenemos hijos nos parece que se han vuelto majaras, encontrando los fluidos de los nenes superinteresantes, pero es así. Hombre, siempre habrá grados, y la que sea maruja de siempre, pos más maruja será ahora, pero que eso pasa, tenlo por seguro, y que muy probablemente te pasará a tí, y a mí, y a la Elenita, si tenemos churumbeles.
Piensa en la regla, en el dolor, en el sídrome premenstrual, y en por qué te sientes de mal humor o triste en esos días sin motivo aparente. Respuesta: hormonasssss...
Más besitoss para todossss
 

Pos de verdad espero tener fuerzas suficientes para controlar a mis queridas hormonas si es qus algún día llega el momento (que lo dudo). De todos modos, yo creo que en esto pasa un poco como con las enfermedades. Hay gente que está enferma y a la que le gusta recrearse en contarle a todo el que le rodea y con todo lujo de detalles los síntomas, fluidos, y demás datos escatológicos de todas sus enfermedades, y luego estamos los que de vez en cuando nos limitamos a decir, "Me duele bastante hoy", y punto. La educación puede controlar un poco a las hormonas y a lo que haga falta.
He dicho.